Servicios / Vigilancia de la Salud
martes, 13 agosto, 2024
Contraindicaciones generales de las vacunas
Las vacunas están contraindicadas en el curso de las enfermedades infecciosas febriles agudas y durante su período de convalecencia.
Las enfermedades crónicas (cardíacas, renales, diabetes, etc.) no constituyen una contraindicación general, excepto en situaciones de descompensación aguda, en la que es conviene no vacunar.
En los niños afectos por trastornos neurológicos evolutivos está contraindicada la vacuna contra la tos ferina.
Las vacunas producidas en sistemas o sustratos que contienen sustancias potencialmente alergizantes (p.ej.: huevo embrionado) pueden causar reacciones de hipersensibilidad en los individuos alérgicos si la vacuna final contiene una cantidad significativa de alérgeno. Por este motivo, las vacunas contra la fiebre amarilla y contra la gripe están contraindicadas en los individuos alérgicos al huevo.
El embarazo es una contraindicación para la administración de las vacunas de virus vivos atenuados (sarampión, rubéola, parotiditis, fiebre amarilla y poliomielitis tipo Sabin). Deben evitarse también durante el embarazo las vacunas muy reactógenas, como la antitífica.
También están contraindicadas en las inmunodeficiencias primarias (congénitas) y las secundarias (adquiridas) ya que pueden facilitar la multiplicación incontrolada del agente vacunal después de la administración de una vacuna viva atenuada, por lo que este tipo de vacunas está contraindicado en todas estas situaciones.
Las vacunas deben en ser prescritas por los médicos, y debe estar bajo la tutela de las Autoridades Sanitarias de los diferentes Países (Ministerio de Sanidad y Consumo, Comunidades Autónomas, Organización Mundial de la Salud, etc).