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jueves, 28 noviembre, 2024
Consideraciones
¿Qué otras consideraciones debemos tener en cuenta según el alimento a congelar?
Dado el alto contenido de agua de las salsas o líquidos, al congelar se produce un aumento de su volumen, por lo que los recipientes no deben llenarse hasta arriba, es conveniente dejar dos o tres centímetros hasta el borde. Los envases rígidos son los más adecuados para contener alimentos con líquidos.
En cambio los productos de forma irregular como carnes, pescados y algunas verduras se envasan mejor en láminas de plástico o de aluminio, ya que se adaptan perfectamente al alimento sin bolsas de aire ni espacios vacíos.
En cuanto a las pastas o arroces en caldos o menestra no se recomiendan congelar porque tienden a perder consistencia cuando se congelan junto con los líquidos. Es preferible congelar aparte el líquido y añadirlo luego a las pastas y arroces para su cocción normal. No se recomienda congelar las patatas (a no ser que sean en puré) ni las pastas, puesto que las patatas endurecen y las pastas se ablandan.
Cuando decidamos consumir un alimento congelado hay que cuidar el proceso de descongelación, ser precavidos y programar que queremos comer con antelación, para tener previsto el proceso que según los alimentos se alarga más o menos. Nunca volver a congelar un alimento que ya se ha descongelado.
Si lo que descongelamos son carnes o pescados, el tiempo de descongelación es similar, aproximadamente 5 horas, aunque si las piezas congeladas son muy grandes es aconsejable descongelarlas en el frigorífico en recipientes cubiertos durante 12/24 horas. Nunca se debe acelerar el proceso de descongelación bajo el grifo de agua caliente. En cambio si se trata de filetes o rodajas se pueden descongelar a temperatura ambiente, dado que requieren poco tiempo y el riesgo de que se estropeen es bajo.
Se recomienda dejar descongelar la fruta en el frigorífico, a no ser que se vaya a realizar en compota que entonces se puede poner directamente en la cacerola a fuego lento. En cuanto al pan y la repostería, se aconseja la descongelación en el frigorífico o a temperatura ambiente. Las salsas y los fondos se pueden descongelar directamente a fuego lento. Las verduras que se vayan a hervir pueden verterse directamente en agua salada en ebullición, y las cortadas en rodajas o en tiras pueden guisarse directamente en la cazuela con un poco de aceite, o bien cocerse como las demás verduras, en agua hirviendo. Los platos preparados que deben ser consumidos fríos se descongelan dentro del frigorífico, mientras que los restantes pueden pasar directamente al horno microondas. Los recipientes semirrígidos de aluminio y las cajas de plástico que contengan platos preparados precocidos deben ser puestos sin abrir debajo del agua fría del grifo. Luego se vierte el contenido en el recipiente escogido donde el plato se calentará y alcanzará el punto óptimo de cocción.
Recordar que una vez descongelado es conveniente consumirlo cuanto antes ya que su sabor y textura se deterioran antes que los alimentos frescos.